“La mitología griega nos habla del drama de Ícaro que se ahogó en el mar pese a los avisos de su padre Dédalo...
Yo creo en el simbólico sueño de Ícaro, pero con la certeza que existe en cada momento la oportunidad de reconstruir nuestras alas para volver a volar libres”.
Soy pintor y escultor, andorrano aunque nací en Andújar, Jaén, allá por el año 1956.
Poco después me desplacé con mi familia a Andorra, dónde vivo desde entonces.
Empecé mis estudios artísticos en las clases del profesor Duarte en Andorra, añadí los consejos del pintor Jaume Saumell en la academia barcelonesa de Joaquín Camps y seguí mi formación en la escuela de artes y oficios de Granada.
Desde entonces me considero un artista prácticamente autodidacta.
Una de mis obras más emblemáticas es Calidea y la Dama de hielo, creada y realizada mano a mano con mi amigo y artista Philip Lavaill.
He representado a Andorra en el concurso internacional de esculturas en hielo en Quebec (Canadá) y en el Symposium Internacional de Escultura, en Changchun (China).
Con mi última obra, Procés, he querido rendir homenaje a las víctimas de la pandemia. En la composición escultórica, la mano simboliza el soporte de la sociedad a las víctimas y la fuerza emocional que requiere esta situación.
Ya hace unos cuántos años que conozco a Ángel.
Desde sus inicios he seguido su obra y pienso no equivocarme si denomino la obra de Ángel como realismo social, o “ARTE COMPROMETIDO”, nada que ver con otra expresión como el arte militante. Anteriormente, en este ámbito, otros artistas como Picasso, Boltansky. Georges, Grosz, Oto Dix, o actualmente Banksy o Ron Muek, entre muchos, han utilizado o utilizan esta manera de expresión.
El arte comprometido es una actitud intelectual en la que el artista toma conciencia de su pertenencia a la sociedad, renuncia a ser un simple espectador y se esfuerza para servir a la misma sociedad y a la causa.
“No hay estética sin ética”.
La creación, en cualquier ámbito que se desconecta de los conflictos de la sociedad, nos hace pensar que sigue un camino equivocado y que, en nuestros tiempos, el arte por el arte pertenece a la historia. Pienso que hoy en día, el artista se convierte en un elemento de referencia y de peso en las opiniones sociales, y deja de ser testigo parcial.
Personalmente, pienso que la obra que nos ofrece Ángel no tiene límites en calidad…
Hay muchas coses que admiro de Ángel, pero la más importante es su perseverancia. La perseverancia quiere decir voluntad e intransigencia con un mismo y esto obliga a quien la práctica a sacrificios personales, afectivos e intelectuales. La perseverancia pertenece a quién es valiente… Pero la perseverancia también quiere decir otra cosa… “Caer está permitido, pero levantarse es una obligación”.
Josep Maria Ubach
Crítico de Arte
Hablar de las obras de Ángel Calvente es hablar de un ritmo que abre campos inéditos de presencia. No es hablar de hombres y mujeres en el espacio, es entender, a partir del territorio de la línea, lo que es habitar sobre la tierra y bajo el cielo. Es hablar de ese espacio que atraviesa la línea gestual, que abre el gesto y al cual se expone y se arriesga el hombre.
Ángel Calvente, con una fuerza y un dominio del dibujo ejemplares, nos muestra ese férreo intento humano de igualarse a sí mismo desde la distancia, qué puede significar para nosotros la raíz misma del que nos es próximo, del que intentamos apropiarnos para reflejarnos así en su espejo.
Paradójicamente pues, apenas hay nada figurativo en las figuras y en las anatomías de Calvente, aunque la separación y la reconciliación, el cielo y la tierra como momentos de la vida, son ámbitos para los cuales estamos presentes en el mundo y que aprendemos con el esfuerzo.
Sólo el arte es capaz de mostrar esto y Ángel Calvente lo ha hecho realidad con mucho talento.
Antoni Oliva
Filósofo
Calvente trasciende con la figura, con el cuerpo y con el corazón…
La gran aportación de Calvente más allá del figurativo, es el color fabricado, compuesto por pigmentos, tierras naturales, partículas de luz, trocitos de vida: la alquimia mágica que traspasa en los seres humanos.
Encontramos en Calvente el oficio del artesano y la muestra del creador, un equilibrio raramente conseguido en estos tiempos confundidos. Celebro la apuesta para la figuración donde el arte, en vez de distanciarnos, vuelve a su propósito más puro de acercarnos y comunicarnos.
Philip Lavaill
Escultor
Desde Leonardo da Vinci, Miguel Ángel y otros maestros han pasado muchos años pero, hoy, Ángel Calvente, fuera de tiempos, continúa haciendo renacer su obra, con más pintura y profundidad.
Es la visión infinita y erótica de la espiral de la creación del universo trazada por un artista con alas para volar. Su trabajo, basado en anatomías humanas y rostros, expresa lo que hoy y siempre pasa en el mundo: la muerte, la vida, la gente que sufre, paisajes secretos y frágiles donde podemos descubrir la verdad del ser inmortal.
Una pintura valiente y profunda. Calvente continúa siendo hoy el “siempre inmortal del más puro arte”.
Maurici Bellmunt
Dibujante, ilustrador, pintor y escritor
Calvente sobresale en el dibujo. Lo atestiguan las obras al carboncillo o los retratos y el éxito que han logrado.
Reencontramos ese mismo trazo en sus pinturas elaboradas previamente al carboncillo. La imprecisión de las formas, la fluidez, la variación de las luces le confieren la factura “impresionista, por azar” (no pintada encima del motivo), que consigue una profundidad y una dimensión francamente abstracta. Los cambios de luz, la variación de las tonalidades y de los ritmos, son un regalo para la vista.
Ángel Calvente es, sin duda, un artista interesante en un momento creativo estelar.
Robert Defever
Conferenciante y crítico de arte